A través de la geometría sagrada entendemos que existe
una conexión profunda en toda la creación.
Es el lenguaje simbólico de las fuerzas de la creación del universo y nos ayuda
a entender mentalmente lo que ya intuitivamente conocemos.
Todo en el universo proviene de una misma fuente o Inteligencia y la Geometría Sagrada
nos demuestra, con conceptos que puede captar nuestra mente racional,
como todo lo que existe fue creado por medio de los mismos principios básicos,
como desde un simple átomo hasta una inmensa galaxia
siguen un mismo patrón geométrico idéntico.
Basados en este principio los mandalas o geometria sagrada se utilizan
para fijar la observación y elevar el estado de conciencia,
mediante representaciones visuales ligadas a experiencias interiores.
Son un sistema de estructuras geométricas ensambladas que crean un conjunto de estímulos
y representaciones que actúan en el observador como concentrador
y generador de energía, brindando inspiración.
Los mandalas son un despertador hacia niveles de conciencia superior
Descubrir sus códigos es encontrar
las llaves que nos reconectan con la luz superior que habita dentro,
para comprender y experimentar que formamos parte de una conciencia superior.
El mandala trabaja enviando estímulos sensoriales a la mente interna en forma similar
a lo que hoy se conoce como subliminal.
El mensaje pasa a través de la visión hacia los receptores del cerebro en donde
se procesa y se obtiene una reacción,
como cambios de actitud positiva, recuperación de autoestima,
liberación de miedos, angustias, desbloquea emocionalmente
y genera una gran cantidad de cambios internos.